La tan ansiada y necesaria lluvia, por fin llego a Madrid.
Necesaria, beneficiosa, imprescindible, sí, pero también de lo mas inoportuna.Vino justo en el momento que menos debía, he hizo muy difícil el trabajo de cuantos profesionales allí nos encontrábamos, con el consiguiente peligro para la integridad de nuestros equipos, pero…
Es la cabalgata de los Reyes Magos. El día mas especial de los niños de todo el mundo y, estaba muy claro, que por mucha agua que callera, por muy empapados que estuviésemos y por difícil que fuera realizar nuestro trabajo, teníamos la obligación moral y profesional de realizarlo.
Una sola cara, un solo gesto de un niño o una niña, esa emoción, esos gritos de ilusión y magia se merecen todo el esfuerzo del mundo.
Aunque nuestros equipos terminaran completamente empapados y en serio riesgo, la ilusión de los pequeños, no tiene precio. Para los catarros, aspirinas.Pinchar sobre la imagen, para ampliar su tamaño.
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